He convertido mi Merida One Sixty de 27,5 pulgadas a mullet, os cuento que cosas he modificado y cómo ha afectado a la geometría de la bici.
La One Sixty me ha acompañado ya por más de un año y es una bici magnífica, no le puedo poner ningún pero. De hecho, cuando veo deficiencias en ella no son más que el reflejo de mis propias carencias, afirmación que puede dar para una entrada entera. Sea como sea la he convertido en mullet, os cuento todos los detalles en la serie de artículos Conversión de 27,5″ a mullet.
Descarga de responsabilidad
Antes de continuar leyendo debes tener muy claro que no soy un gurú ni de las geometrías ni de las bicicletas, y que lo que aquí cuento es simple y únicamente mi experiencia, que aunque intento contarla desde la perspectiva más objetiva posible, no deja de ser más que eso: mi experiencia, y como tal debes tomarla.
Así que si te embarcas en un cambio como este, espero que este artículo te aporte pero que sea bajo tu propia responsabilidad.
El motivo del cambio
Mi One Sixty 5000 montaba una rueda de 27,5″ sobre una horquilla RockShox Yari de 170 mm., combinación con la que por más que he trabajado en la configuración de la horquilla, nunca he llegado a tener el compromiso de comportamiento que buscaba en algunas trialeras o en rutas con mucha piedra. Esta falta de compromiso se hacía mucho más notable cuando practicaba enduro con mi Orbea Occam TR M30, con ruedas de 29″ y una Fox 32 Performance de 120mm., combinación con la que me sentía mucho más cómodo pese a sus limitaciones de recorrido y de rigidez (anchura de barras).
Y no malinterpretemos el párrafo anterior, ni creo que la Yari sea una mala horquilla, ni mucho menos la One Sixty una mala bici, tan solo ocurre que para una parte importante de las rutas en las que me embarco, esta combinación a mi no me iba bien.
Así que después de informarme mucho, con una buena dosis de capricho y con tantas dudas como certezas, decidí convertir la One Sixty en mullet.
El nuevo recorrido
La siguiente decisión a tomar era elegir la longitud de la horquilla, y para ello tenía claro tres cosas:
- La One Sixty no es una bici diseñada para «muletizar».
- Como consecuencia del punto anterior, quería mantener lo máximo posible la geometría original de la bici.
- En la grandísima mayoría de situaciones no necesito 170mm. de recorrido.
Y si recordamos el artículo conversión a mullet, cambios en la geometría, tenemos 38mm. de diferencia entre una rueda 27,5″ y una 29″. Así que teniendo en cuenta las premisas anteriores, barajaba dos opciones:
- Horquilla de 160mm, que supondría un cambio aproximado en la geometría de 28mm.
- Horquilla de 150mm, que supondría un cambio aproximado en la geometría de 18mm.
La opción elegida fue la segunda, pues considero que 150mm. son más que suficientes para las rutas que realizo. Además las rutas que hago incluyen muchas subidas, y la One Sixty de por si no es una bici especialmente escaladora, así que en la medida de lo posible no quería agravar esa situación elevando el manillar ni «radicalizando» los ángulos de pipa de dirección ni de sillín.
La parte que tenía menos clara de colocar una horquilla de 150mm. era la relación de recorridos de suspensiones delantera y trasera. Lo habitual es ver bicis con el mismo recorrido adelante y atrás o con más recorrido adelante, pero nunca más recorrido en la parte trasera. Con la nueva horquilla tendría 150 milímetros adelante versus 165 milímetros atrás.
Cambios en la geometría
Ya os he dicho que no soy un gurú en lo relativo a la geometría de las bicicletas. Además, no tengo ni los conocimientos, ni la paciencia, ni las herramientas necesarias para hacer un estudio fiable de los cambios en la geometría. Sea como sea, he tomado algunos datos y algunas medidas que comparto con vosotros.
Separadores
El cambio de horquilla lleva consigo un efecto muy evidente que es levantar la parte delantera de la bici haciendo «efecto bisagra» con vértice en el punto dónde la rueda trasera contacta con el suelo. Es decir, que los cambios se notarán más en la zona delantera que en la trasera.
Para minimizar en parte ese efecto en lo que a elevación del manillar se refiere, uno de los cambios que hice fue re-colocar los espaciadores. En la configuración inicial tenía 2 separadores de 10 milímetros cada uno entre el cuadro y la potencia. Tras el cambio he dejado solo uno de 5 milímetros, consiguiendo bajar el manillar 15 milímetros. Así que la teoria me dice que el manillar debería estar práticamente a la misma altura a la que estaba antes del cambio.
Corregir inclinación del sillín
Este es un cambio menor, pero con la variación del ángulo de sillín, el sillín también «gira hacia arriba», así que tuve que corregir su inclinación para volver a dejarlo en la posición inicial: sutilmente inclinado hacia abajo, aproximadamente 1,5º.
Tabla comparativa de geometría
Y ahora si os dejo las mediciones que tomé.
Elemento | 27,5″ | Mullet |
---|---|---|
Ángulo de dirección | 65,3º | 65º |
Ángulo de sillín | 75º/69º | 68,3º |
Distancia entre ejes (mm.) | 1220 | 1.235 |
Altura del pedalier (mm.) | 350 | 354 |
Longitud de horquilla (mm.) | 565 | 570 |
Longitud de horquilla desde el suelo (mm.) | 930 | 965 |
Ojo que el ángulo de sillín (virtual) de este modelo es de 75º. Yo he medido directamente sobre la tija, lo que quiere decir questoy mostrando el ángulo de sillín actual. Para saber más sobre este tema echa un ojo al artículo Geometría de bicicletas: ángulo de tubo de sillín.
Sensaciones
Más allá de todos los cambios realizados, lo realmente interesante es saber cómo se comporta la bici con la configuración mullet. Como el artículo se va alargando demasiado vamos a dejar esa parte para la siguiente entrega: Conversión a mullet de Merida One Sixty: las sensaciones.