Mi primera competición de enduro

Yo en el VII Enduro Puntallana 2022

Lo que viene a continuación es una experiencia personal de lo que ha sido para mí, mi primera participación en una competición de enduro.

Así que es solo una experiencia más de tantas, de las que cada uno tendrá la suya, pero esta entrada está escrita pensando principalmente en los riders que todavía no se han animado.

Y es que es probable que existan muchos riders en una situación similar a la mía, a los que esto del enduro les ha cogido con cierta edad y estén indecisos. Para ponerte en situación, a mi me picó el gusanillo del enduro hace un par de años, a los 38. Así que os contaré tanto la parte más bonita como la menos atractiva. Por cierto, os dejo un enlace para que podéis leer cómo fue mi primera ruta endurera.

La Prueba

He tenido la fortuna de que la primera prueba en la que participo sea el VII Enduro Puntallana 2022, una competición celebrada en un lugar espectacular, con una buenísima organización, mucho buen rollito y un ambientazo impresionante.

Además, por si todo lo anterior fuera poco, los tramos cronometrados en teoría debían irme bien, pues a pesar de mi poca experiencia en general, me siento más cómodo en tramos rápidos que en otros tipos de terrenos, y de esos la prueba tenía muchos.

Cartel VII Enduro Puntallana 2022

El equipo

Mención especial también para el grupo de personas con las que compartí la experiencia. He tenido la suerte de juntarme con un grupo de colegas excepcionales con los que he pasado grandes momentos, tanto encima de la bici como cuando la dejábamos arrimada a un lado.

Así que no me queda otro que agradecer a los compañeros del Club Ciclista Tamadaba Biker. En primer lugar porque me han dejado fichar, indicio de lo complicado que tiene que estar el reclutamiento, pero además, porque me han acogido como uno más del grupo y me han guiado, enseñado y aconsejado tanto antes como durante la prueba. Lo del después, visto mi rendimiento, ya se verá.

Equipo Tamadaba Biker en Enduro Puntallana 2022

Y como todo gran equipo que se precie, algunos componentes dan soporte a los corredores y se encargan de que todo salga bien: transporte, logística, nutrición, hidratación, etc. Así que mención especial para Ayoze y Juan que consiguieron que nos preocupásemos solo de lo que nos teníamos que preocupar y que estuviéramos bien hidratados.

Les dejo un vídeo del amigo Celes en el que se refleja muy bien la parte más social de este viaje. Si te gusta aquí tienes su canal de Youtube.

La Experiencia

Una vez acabado con el peloteo de rigor, os cuento mi experiencia, y vamos a hacerlo al revés, de atrás a adelante.

Balance de daños

Participar en una competición es muy distinto a salir de ruta con los amigos, al menos para mi. Tienes esa necesidad de «darlo todo», de sacar lo mejor de ti y de demostrarte a ti mismo de lo qué eres capaz, así que la tensión y la auto-exigencia son mucho mayores. Esto suele repercutir en que vas buscando e incluso superando los límites de tus capacidades mientras ruedas, y en estas condiciones es fácil dar con tus huesos en el suelo. Los míos tocaron el suelo dos veces.

Hoy se cumple una semana desde la celebración de la prueba, y el balance de daños parece estar claro y estable. Y digo estable porque los siguientes días a la prueba no hacían más que aparecer nuevo dolores y morados.

El balance es el siguiente:

  • Golpe muy fuerte en la canilla que a día de hoy me sigue impidiendo practicar deporte. El golpe fue tal que rompió la canillera.
  • Dolor en la muñeca también bastante fuerte y que al igual que el anterior todavía perdura.
  • Un dolor muy fuerte en la ingle que me impedía levantar la pierna izquierda los días siguientes a la competición.
  • Dolor en el hombro que afortunadamente ha desaparecido.
  • Un morado en el estómago con el logotipo del puño del manillar. Por cierto, no dejes de leer la importancia de los tapones de manillar para MTB.
  • Antebrazos magullados y amoratados.
  • Moratones varios repartidos principalmente por los muslos.

Afortunadamente estoy entero y tengo claro que en grandísima medida es por las protecciones que llevaba. Así que te recomiendo que leas tanto los artículos protecciones básicas recomendadas para practicar enduro MTB y protecciones avanzadas para practicar enduro MTB.

La parte más positiva de estas lesiones es que hicieron olvidar los dolores en otras partes del cuerpo con los que empecé la competición. Como se suele decir, el que no se consuela es porque no quiere.

El resultado

El resultado fue el esperado, último de mi categoría. Tenía claro que debido mi poca experiencia tenía que ir a completar la carrera y que si sumaba alguna posición sería por mantenerme encima de la bici y que otros riders tuviesen más caídas o más problemas mecánicos que yo.

Durante los dos primeros tramos cronometrados conseguí no caerme y que la distancia con el siguiente clasificado no era excesiva. Pero una caída muy dura en el TC3 y otra más en el TC4 tiraron al traste mi estrategia.

Siendo 100% sinceros uno siempre tiene la esperanza de superar su posición teórica en la que calcula estar, pero en este caso la realidad y el nivelazo que habían en la prueba me pusieron en mi sitio. Esto no estropeó para nada mi «nivel de disfrute», a pesar de que soy bastante competitivo, el «modo competición ON» solo estuvo activo el tiempo que permaneció corriendo el cronómetro, habíamos ido a disfrutar.

La Organización

Partamos de la base de que es mi primer enduro y por lo tanto no tengo con que compararlo. Aún así me atrevería a asegurar que estuvo de 10: la organización súper amable y colaborativa, la información correcta, la entrega de dorsales bien, el transporte tanto de los riders como de las bicis genial, la entrega de premios también muy bien … qué más se puede pedir.

La Prueba

La prueba constaba de 4 tramos cronometrados que unidos a los enlaces sumaban 26 kilómetros y unos 1.000 metros de desnivel positivo acumulado.

En cuanto a la participación, se inscribieron 89 riders que saldrían cada 20 segundos. En la categoría de e-bikes, dónde yo participé, salimos 14 riders.

Tramos Cronometrados

TC1: Casa Forestal + Cuchillo

Un tramo súper divertido y eterno a la vez, eran 3,4 kilómetros. En años anteriores este recorrido correspondía con dos tramos cronometrados distintos. El sendero era súper rápido, no demasiado vertical y el terreno era algo menos compacto y la vegetación menos cerrada que en el resto.

A pesar de haber entrenado solo la primera mitad del TC me sentí muy cómodo durante todo el recorrido. No obstante, existió una grandísima diferencia entre la parte que había entrenado y la que no.

Hice el peor tiempo de mi categoría, pero a pesar de ello quedé muy orgulloso del tiempo obtenido: 4 kilómetros de tramo y solo me pasó 1 rider. Y más teniendo en cuenta que a partir de la primera mitad la forma física era un factor clave para marcar un buen tiempo.

TC2: Pico la Nieve

Quizás el tramo más técnico del evento. Tenía un par de trialeras y una zona relativamente larga en la que debíamos rodar muy finos para que la rueda delantera no se saliese del sendero y se fuese al musgo de las paredes, pues eso te llevaba al suelo automáticamente. El tramo tenía 1,3 kilómetros.

También acabé muy orgulloso de este tramo, teóricamente era el que peor se me iba a dar, pero conseguí mantener el tipo y que no me pasara nadie.

TC : Corcho

El tramo más divertido, 2,3 kilómetros en los que había de todo: zonas técnicas, zonas rápidas, cortados, zonas con mucho desnivel, etc. Una auténtica pasada.

De nuevo otro tramo que no había entrenado completo, algo que en este caso noté muchísimo, pues coincidió con la primera parte que era la más técnica. Mi sensación es que lo estaba haciendo muy bien hasta que tuve una caídas bastante dura. A partir de ahí mi confianza y mi velocidad bajaron muchísimo, fueron varios los riders que me pasaron. El dolor en ese momento se notaba pero no fue determinante para el resultado.

TC4: Machete

Un tramo increíble en el que tras algunos metros sin nada destacable, comenzaba una sucesión de curvas cerradas interminable unidas a un desnivel brutal. Un TC en el que el freno trasero se suelta en contadas ocasiones, pues llevas la rueda trasera derrapando de un lado al otro muchísimo tiempo. El tramo tenía una distancia de 1 kilómetros.

Había conseguido sobreponer mi cabeza a la caída del TC3, pero me preocupaba que me alcanzasen los riders pues era difícil dejar pasar en este recorrido. Lamentablemente volví a caerme, saliendo por delante de la bici y haciéndome bastante daño en la ingle, así me eché a un lado y dejé que pasasen todos los riders que se estaban jugando algo antes de continuar mi carrera. Lástima porque le tenía buenas sensaciones a este tramo.

Video de los entrenos

Os dejo un video de los entrenos dónde están bien definidos los TCs para que os podáis hacer una idea.

Las Expectativas

Como te indiqué al comienzo, he contado la experiencia de atrás hacia adelante, así que cerraré con las que eran mis expectativas y la valoración final de la experiencia.

Desde el primer momento sabía que mi nivel no era el suficiente para competir, pero las historias de lo bien que lo pasaban los compañeros y los videos de ediciones anteriores del Enduro Puntallana hicieron que me enrolase en esta «aventura», al fin y al cabo, tenía 100 días para prepararme desde que me decidí.

Durante todo ese periodo uno va barajando diferentes expectativas. La que tenía 100% clara es que iba disfrutar y a pasármelo bien, pero eso era al margen de la prueba. Tenía que marcarme algún objetivo para la prueba, y en ese sentido fui rebajando expectativas desde el día D-100 hasta el día D. Te dejo mi sucesión de expectativas, por orden cronológico:

  1. No quedar último. Evidentemente no lo conseguí, aunque si contamos los que no se presentaron tuve 3 por detrás.
  2. Ganarle un TC a Víctor. Imposible, tiene mucho nivel para mi, pero seguiré trabajando para ganarle alguno en el futuro.
  3. Acabar la carrera sin caerme. Ya sabéis que no.
  4. No hacerme daño al caerme. Esta vamos a darla por buena, pues parece que no vuelvo con ninguna lesión de gravedad.

La Valoración

Competir y quedar último suena muy mal, de hecho hasta me molesta reconocerlo. Montar en bici y caerme no suena mejor, de hecho es una m…, más cuando llevo una semana arrastrando varios dolores. Pero si en este momento me preguntaran si repetiría, lo haría sin dudarlo.

Hacer enduro en La Palma es una pasada, pero hacerlo con un grupo de gente cojonuda hace que sea aún mejor. La competición, por otro lado, añade tensión, inseguridades previas y nerviosismo, pero a su vez ese punto de adrenalina extra que engancha.

Si pudiera elegir repetiría, sin dudarlo. Si tuviese que aconsejar a alguien sin experiencia en enduros, le diría que depende de de cuánto le guste la tensión y el estrés. Si le gusta, adelante, en caso contrario, no dejes de ir a La Palma aunque no vayas a competir.

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