El mercado está lleno de productos para lubricar las cadenas de nuestras bicis. Podemos resumirlos en dos grandes grupos: ceras y aceites.
Vamos a ver las ventajas y desventajas de cada uno de estos tipos de lubricantes para que puedas elegir el que más se adapta a tus necesidades.
Aceite
Para los que vamos teniendo una edad, es el lubricante con el que hemos crecido, pues antes no había alternativa. Y me atrevería a decir que sigue siendo el tipo de lubricante más utilizado para las bicicletas. Veamos sus ventajas e inconvenientes.
Ventajas del aceite
Comencemos viendo sus ventajas:
- Un punto muy a tener en cuenta es la durabilidad. Una vez que lubriquemos nuestra cadena el aceite permanecerá en ella por mucho tiempo, de forma que no tendremos que volver a lubricarla en varias salidas, a no ser que la ensuciemos.
- Otro de los aspectos más prácticos del aceite es la Inmediatez. ¿Has usado cera alguna vez? Pues bien, la recomendación es aplicarla y dejarla secar para que sea efectiva, y eso son varias horas de espera. Con el aceite ese periodo de espera simplemente no existe, por lo que si es necesario lubricar la cadena segundos antes de salir a rodar o incluso durante la ruta, no será ningún problema.
- La última gran ventaja del aceite es la resistencia al agua. En función del clima o del terreno por dónde te muevas esto puede ser muy importante.
Inconvenientes del aceite
Pero el aceite también tiene sus inconvenientes, veamos cuales son:
- El aceite tiende a retener la suciedad y el polvo, por lo que cuantos más kilómetros hagamos, más probable es que nuestra cadena esté llena de pequeñas partículas que si no limpiamos acortarán su vida.
- Y el inconveniente que más odio del aceite: ensucia muchísimo. Si tienes cualquier percance durante la ruta con la cadena tus manos quedarán completamente sucias. Y mucho peor aun, si se te ocurre pedalear con ropa de calle, o simplemente mover la bicicleta dentro de casa, deberás tener mucho cuidado de que tu ropa no toque la cadena si no quieres dar esa prenda por perdida.
Cera
Hablemos ahora de la cera. Este tipo de lubricantes se ha popularizado mucho durante los últimos años, veamos por qué analizando sus ventajas e inconvenientes.
Ventajas de la cera
Al igual que hicimos con el aceite, comencemos por las ventajas:
- La gran ventaja de la cera es que es mucho más limpia que el aceite. Podremos tocar la cadena con las manos que no se nos quedarán hechas un asco, o incluso con la ropa, que tras salir de la lavadora estará como nueva.
- No retiene la suciedad, lo que se traduce en una maryor durabilidad de la cadena. Al no mantener «pegado» el polvo y la suciedad el desgaste producido por la fricción al pedalear es menor, así que teóricamente la cadena debería durar más.
Inconvenientes de la cera
Y para finalizar veamos los inconvenientes de la cera:
- La cera necesita un tiempo de secado tras su aplicación para que sea efectiva. Este tiempo de secado es de varias horas, lo que nos obliga a ser más previsores a la hora de preparar nuestras rutas. Realmente lo más práctico es limpiar la cadena y encerarla tras cada salida, de esta forma siempre que queramos montar estará preparada.
- Tendremos que lubricar nuestra cadena tras cada salida, pues la duración de la cera es bastante corta. Aunque si lo piensas bien y eres de los que les gusta seguir las buenas prácticas, tendrás que limpiar y lubricar tu cadena tras cada salida, independientemente de si usas aceite o cera.
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¿Qué tipo de lubricante para cadena usas tú?
¿Has probado los dos? ¿Qué tipo te gusta más y por qué? ¿Nos recomiendas alguna marca en particular? Cuéntanos tu experiencia lubricando la cadena de tu bici. Déjanos un comentario y aprendamos entre todos.
