Te contamos los cuatro hábitos fundamentales que tienes que cumplir para mejorar en el enduro MTB y convertirte en un mejor rider.
Aunque seguramente ya los conocías, no está de más que de vez en cuando alguien los recuerde. Y es que los endureros aficionados solemos dejarnos ir y perder los buenos hábitos muy rápidamente.
Y como parece que estás interesad en mejorar como endurero, te recomiendo que leas consejos para mejorar en el enduro MTB y cómo superar zonas técnicas complicadas en MTB.
4 hábitos fundamentales para mejorar como endurero
No nos enrollamos más y vamos adelante con los cuatro hábitos.
1. Entrena la técnica
Una de las bases del aprendizaje es la repetición: repetir, repetir y repetir hasta que aprendes una técnica y la automatizas. Esto, por norma general, no ocurre cuando salimos de ruta, pues tenemos ocasiones limitadas de practicar cada técnica. Por ejemplo, si queremos practicar el endo (picar la rueda trasera y pivotar sobre la delantera), dispondremos únicamente unas pocas curvas dónde poder practicarlo y una vez hecho seguiremos nuestro recorrido.
Si de verdad queremos mejorar como riders, es fundamental mejorar nuestra técnica y para ello debemos programar sesiones específicas de técnica. Por ejemplo: sesiones de curvas o sesiones de cortados o sesiones de endo, etc. En el artículo 5 habilidades básicas para ser un buen rider tienes algunas ideas.
2. Entrena tu condición física
El enduro es un deporte físicamente muy exigente. No basta con tener buenas piernas, cuánto más rápido bajas más carga tendrá que soportar tu cuerpo: brazos, pecho, hombros… No tienes más que ver a los profesionales, tienen físicos muy trabajados y no es casualidad, pasan muchas horas al año entrenando la fuerza, combinando gimnasio con ejercicios funcionales y deportes complementarios.
Así que si tu idea era mejorar con las salidas del fin de semana, tengo malas noticias para ti, las mejoras con ese plan de entrenamiento son muy limitadas. Si realmente quieres mejorar tendrás que trabajar tu condición física: fuerza, resistencia, agilidad, equilibrio o flexibilidad son algunos de los aspectos a los que debes prestar atención.
3. Mantén tu peso a raya
En las modalidades de ciclismo dónde prima el pedaleo, el peso es fundamental para conseguir un buen rendimiento. En el enduro, dónde priman los descensos, podría parecer que no es así, pero nada más lejos de la realidad, el peso es un factor determinante.
Para que lo veas más claro, fíjate en las e-bikes, dónde uno de los puntos negativos más recurrente es el peso y sus inercias (véase desventajas de las e-bikes). Esas inercias «extra», están provocadas por los diez kilos de diferencia de peso existentes entre una bicicleta de enduro tradicional y una eléctrica. Pues bien, ¿qué pasaría si esos 10 kilos de más en lugar de estar en la bicicleta están en el rider? Pues exactamente lo mismo, las inercias en curva y en frenada serán mucho mayores, por no hablar del esfuerzo extra que tendremos que realizar en cualquier acción, que se verá traducido en una aparición anticipada de la fatiga.
4. Trabaja tu mente
A pesar de que éste es posiblemente el hábito más importante, lo he dejado para el final. Y es que nuestra cabeza juega un papel fundamental sobre nuestra progresión.
El primer lugar por la capacidad de sacrificio. No siempre tenemos ganas de entrenar el físico o la técnica, de hecho muchas veces no tenemos ganas ni de salir a rodar. Tampoco es sencillo cuidar la alimentación para mantenernos en el peso ideal. Así que debemos trabajar nuestra fuerza de voluntad: un entrenamiento cuando no hay ganas vale por dos.
Y en segundo lugar porque el enduro es un deporte de riesgo dónde existen miedos o bloqueos mentales que constantemente tenemos que superar, por no hablar de las «secuelas» que dejan las caídas en nuestra cabeza y más si hay lesiones de por medio.
