Las vainas son un elemento clave en el comportamiento de nuestras MTBs. Te contamos cómo influye su longitud en su comportamiento de las bicis.
Si miras la información de geometría que ofrece cualquier fabricante sobre sus bicis, verás que la longitud de vaina siempre es uno de ellos. Y es que, al igual que ocurre con el ángulo de dirección, el ángulo de tubo de sillín o el reach y stack, influye directamente en el comportamiento de la bicicleta.
Las vainas y el triángulo trasero
La parte del trasera del cuadro, desde el tuvo del sillín hacia atrás, es conocida como triángulo trasero. El triángulo trasero está formado por los tirantes y las vainas, elementos que se unen en el eje de la rueda trasera. Dependiendo de si la bici es rígida o de doble suspensión y del sistema de suspensión, la unión de tirantes y vainas puede ser articulada o estar unida formando una única pieza.
Los tirantes se sitúan en el lado superior del triángulo (en color verde en la imagen), mientras que las vainas lo hacen en el lado inferior (en color azul en la imagen).
Cómo se mide la longitud de vainas
Cuando hablamos de la longitud de las vainas, no nos referimos a la longitud exacta de la pieza, sino a la distancia horizontal que existe entre el centro del eje del pedalier y el centro del eje de la rueda trasera.
Cómo afecta la longitud de vainas
Comencemos por la parte más evidente, la longitud de las vainas contribuye a la longitud total de la bicicleta. Una bicicleta más larga es más estable a alta velocidades a costa de ser menos ágil en zonas muy «ratoneras». Por lo tanto, una bicicleta más corta será más juguetona, más sencilla de meter en curvas cerradas pero menos estable a altas velocidades.
Pero la influencia de la longitud de vainas sobre el comportamiento de la bici va más allá de eso. Unas vainas cortas implican que la rueda trasera recibirá una mayor carga del peso del ciclista, mejorando la tracción. Además, unas vainas cortas también ayudan a mejorar la transmisión de la fuerza ejercida en los pedales a la rueda trasera.
Todos estos argumentos hacen que la tendencia actual en la fabricación de bicicletas sea construir bicis con las vainas lo más cortas posible, delegando en otros aspectos de la geometría como el reach, el ángulo de pipa de dirección o el offset y el trail de la horquilla la longitud de la bicicleta.