Prohibiciones sobre el MTB

Prohibiciones MTB

Desde hace bastante tiempo ya, en algunas regiones de nuestro país se están imponiendo cada vez más prohibiciones sobre la práctica del MTB. Son prohibiciones discriminatorias impuestas sin ningún tipo de estudio que las respalden. Son pues, prohibiciones injustas, parciales e irracionales.

Pero antes de continuar me gustaría hacer una pausa en el camino y dejar claro un matiz que considero importante. Las prohibiciones las ponen los políticos y no los usuarios. Así pues os invito a leer el artículo Un monte para todos los colectivos y a no avivar polémicas que a mi juicio no están justificadas.

Va de dirigentes, no de usuarios

Las leyes las ponen dirigentes, políticos y demás personas encargadas de legislar y regular. Individuos que teóricamente deben actuar con equidad y asegurar los derechos de todas las personas. Lamentablemente en muchas ocasiones parece que se les olvida.

Nuestras quejas y argumentos, por lo tanto, deben ir dirigidas siempre hacia ellos, que son los que toman las decisiones.

Proceso de toma de decisiones

La toma de decisiones, como casi todas las cosas en este mundo, se puede hacer al menos de dos formas: bien o mal.

Existen muchos modelos de toma de decisiones. Un modelo lógico y justo de toma de decisiones debería ser algo así:

  • Identificación del problema.
  • Obtención de información y ponderación de los criterios a evaluar. Involucrando a todas las partes.
  • Detección y análisis de las soluciones.
  • Selección y aplicación de la solución.

Lamentablemente el modelo político dista mucho de lo que acabamos de ver. Por norma general la toma de decisiones se realiza para satisfacer intereses personales. Las preferencias basadas en metas personales egoístas rara vez cambian conforme se adquiere nueva información del problema. Por lo tanto, las decisiones acaban reflejando la distribución del poder y la efectividad de las tácticas de persuasión de las distintas partes.

Argumentos carentes de fundamento

No he encontrado información alguna sobre los argumentos en los que se basan las prohibiciones. Si conoces la existencia de algún documento oficial por favor házmelo saber. Así que tomaremos las quejas más comunes contra el MTB como las justificaciones. Veamos cuales son:

  • Erosionamos los senderos. Es cierto, erosionamos los caminos por los que pasamos al igual que también lo hacen senderista, corredores, jinetes u otros colectivos. Pero es muy importante tener en cuenta que los senderos son pura erosión en si mismos. Por otro lado ayudamos a recuperar y mantener en buen estado muchos de estos senderos que las autoridades pertinentes no alcanzan a mantener y que compartimos con otros colectivos.
  • Nos salimos de los senderos. No es lo habitual ver a un ciclista montar campo a través. Tampoco es habitual ver a otros colectivos hacerlo. Desconozco el impacto de esta práctica sobre el medio ambiente. Si es dañino para el medio ambiente la solución es muy sencilla: regularlo.
  • Ensuciamos el monte. No más que cualquier otro colectivo sin prohibiciones. Además, la mayoría de los ciclistas dejan el monte igual o mejor de lo que lo encontraron.
  • Asustamos a otros usuarios. La mayoría de los ciclistas respetamos muchísimo al resto de usuarios e intentamos enseñar a los que no lo hacen. Sea como sea, es razonable regular este tipo de comportamientos.
  • Molestamos a los animales. No más que otros colectivos sin restricciones.
  • No tenemos seguro. Tampoco muchos otros colectivos sin restricciones.
  • Los caminos no son para las bicicletas. ¿No será este un argumento parcial, injusto, egoísta y falto de empatía? ¿Para quién son? o incluso una pregunta mejor formulada, ¿para qué son los senderos?

Prohibiciones injustas y carentes de justificación

Lamentablemente las prohibiciones sobre la práctica del MTB no hacen más que confirmar el mal hacer de los políticos y dar imagen vergonzosa de España al resto del mundo.

Por otro lado, el daño al colectivo ciclista es grandísimo, no solo por la prohibición en sí misma, sino por la criminalización del colectivo ciclista, con el daño nuestra imagen que esto supone: pasamos de ser deportistas disfrutando del monte a ser delincuentes que lo destrozan.

Y por si lo anterior no fuera suficiente, nos ponen multas por practicar deporte en la naturaleza. Vergonzoso.

Más regular y menos prohibir

Al igual que ocurre en muchos otros aspectos de la vida cotidiana hay que regular el uso del monte, ¿a caso prohibimos los coches porque algunos conductores circulen a 150 kilómetros por hora en una zona limitada a 120?

Pero la regulación debe ser justa y transversal a todos los colectivos. Entiendo que si un senderista puede pasar por un camino, una bicicleta debería de poder hacerlo, pues los efectos del paso de ambos colectivos son muy similares.

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