Con la llegada del invierno los días se hacen más cortos, el tiempo empeora y nos da más pereza entrenar. Compartimos algunos consejos para combatir esta apatía.
Pongámonos en situación: sales de trabajar, es de noche, llueve y tus ganas por hacer deporte van disminuyendo a medida que vas dándole vueltas a qué hacer. Cuando quieres darte cuenta el día se ha ido y te ha comido la pereza y la apatía. Llega el final de la semana, echas la mirada atrás, sumas cuántas horas de deporte has hecho y te echas las manos a la cabeza.
No te preocupes, nos ocurre a muchos y tiene solución. Y para ello vamos a ver algunos consejos para ayudar a tu fuerza de voluntad.
Motivación
La falta de fuerza de voluntad, la apatía, la desgana o la pereza tienen su origen en la falta de motivación. Así que si no quieres quieres seguir leyendo ya tienes el resumen del artículo: busca motivación. Pero como suele ocurrir, es más fácil decirlo que hacerlo, así que vamos a ver algunos consejos que nos ayuden a encontrarla.
Márcate un objetivo
Marcarte un objetivo bien definido es la mejor forma de aumentar la motivación. Puede ser una competición, un peso en la báscula, un número de kilómetros, etc. Cuanto más «oficial» y público sea el objetivo, más compromiso adquirirás para superarlo.
Y una vez que tienes el objetivo, planifica tus entrenamientos para conseguirlo, de forma que sepas exactamente cuanto tienes que entrenar cada semana.
Por cierto, para marcar un objetivo de forma correcta debe ser: alcanzable, medible y acotado en el tiempo. Me explico con un ejemplo, un objetivo no puede ser «perder peso». Un objetivo correcto sería «perder 2 kilos de aquí al día 28 de febrero».
Entrena acompañado
Otro truco infalible para vencer la apatía es entrenar acompañado. Primero porque adquieres un compromiso con otras personas y segundo porque es mucho más ameno y divertido.
Hazlo divertido
Qué hay más motivador que hacer algo que te gusta, que te divierte, algo en lo que llevas pensando todo el día. En esta época del año dale un poco más de peso a los entrenamientos que más te gusten y un poco menos a los que te parecen más coñazo.
El sacrificio es necesario
El deporte es sinónimo de esfuerzo, de sacrificio, de superar límites. Así que hay que apretar los dientes en los momentos más difíciles y sufrir entrenando para después poder disfrutar compitiendo o en la salida del fin de semana con los colegas. Y aunque no nos guste es así, aquí no hay paños calientes que valgan, hay que sufrir ahora si luego quieres disfrutar.