La conducción de la bicicleta se rige por fuerzas de varios tipos. En esta entrada nos centramos en la frenada, os explicamos qué es y cómo nos afecta el anti-rise.
Hace unas semanas hablábamos sobre el anti-squat, un fenómeno relacionado con la aceleración de nuestras MTB de doble suspensión. Recordemos que este fenómeno se da al pedalear, momento en el que la aceleración provoca una transferencia de masas desde la parte delantera hacia la trasera de la bicicleta, y eso hace que el amortiguador se comprima.
Pues bien, cuando frenamos ocurre exactamente lo contrario, la transferencia de masas se realiza desde la parte trasera de la bici hacia la delantera. Y esa transferencia de masas hace que nuestra bicicleta de doble suspensión se comporte justo de la manera que no queremos que lo haga: se hunde la horquilla y se estira el amortiguador, actuando prácticamente de catapulta y lanzándonos hacia adelante.
Qué es el anti rise
Seguro que ya imaginas de qué va el anti-rise, pero sea como sea vamos a explicarlo. El anti-rise en una bicicleta de doble suspensión es la capacidad que tiene de contrarrestar el efecto por el cual el eje trasero se levanta en las frenadas.
Así, el valor del anti-rise nos indica como se comportará la bici cuando frenamos:
- Un anti-rise del 100% significa que el frenado no afecta al chasis y que las suspensión permanecerá completamente activa.
- Un anti-rise superiores al 100% provocan que la suspensión trasera se comprima cuando frenas, obteniendo una conducción más equilibrada.
- Un anti-rise inferior al 100% hará que nuestra suspensión trasera se extienda cuando frenamos, dando como resultado una frenada más activa.
Cómo funciona el anti-rise
Una bici experimenta básicamente dos tipos de fuerzas durante la frenada. Por un lado tenemos la fuerza producida por la inercia de la desaceleración de las masas. Por otro lado tenemos las fuerzas producidas por la tracción entre la ruedas y las pinzas de freno.
Durante la desaceleración, la línea de fuerza resultante se define como la línea que pasa por el punto de contacto de la rueda trasera con el suelo y el pivote del basculante, pues es el punto dónde las fuerzas son transferidas al cuadro. La línea de fuerza resultante se extiende hasta la vertical del punto de contacto de la rueda delantera con el suelo. La relación entre la altura de la línea de fuerza resultante y el centro de gravedad da como resultado el anti-rise.
Cómo nos afecta el anti-rise
Un sistema con un anti-rise más elevado provocará que los frenos afecten menos a la suspensión, pero también hará que el eje trasero sea menos activo y sensible a las irregularidades del camino.
Un sistema con un anti-rise menos elevado hará que la suspensión trasera sea más sensible al freno, pero en cambio tendremos un eje trasero muy activo y que lee muy bien el terreno, ganando por lo tanto tracción de frenada.
Un buen sistema anti-rise reduce el efecto catapulta del eje trasero mientras permite que la suspensión trasera se extienda cuando es necesario, es decir, trata de encontrar una armonía entre una bici equilibrada y una frenada activa.
Créditos, referencias y contenido relacionado
- Anti-Squat en MTB.
- Cannondale Habit whitepapper, muy interesante de ojear. Se explican varios conceptos de la cinemática de la bicicleta.
- A Vulture’s Eye View of MTB Suspension Kinematics: Pedal Kickback, Anti-Squat, Anti-Rise, and More. Otro enlace interesante para comprender el funcionamiento de nuestras MTBs.